El Botafumeiro se utiliza por motivos litúrgicos, del mismo modo que cualquier sacerdote utilizaría un incensario en el altar, y funciona en las principales solemnidades de la Catedral, durante la procesión de entrada, o al finalizar la Eucaristía. Este gran incensario quiere simbolizar la verdadera actitud del creyente. Así como el humo del incienso sube hacia lo más alto de las naves del templo, así también las oraciones de los peregrinos deben alzarse hacia el corazón de Dios. Y así como el aroma del incienso perfuma toda la basílica compostelana, de igual modo el cristiano, con sus virtudes y el testimonio de su vida, debe impregnar del buen olor de Cristo, la sociedad en la que vive.
Publicado por: Catedral de Santiago
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